Por Armando Gómez Rivas
El viernes 19 de mayo del 2023 nos reunimos con el artista plástico Lalo Murúa. Platicamos sobre su proyecto cultural independiente El Árbol, además de otros aspectos relacionados con sus influencias creativas y otros temas de su actividad profesional.
En su estructura, El Árbol es una casona situada en el centro histórico de la ciudad de Querétaro (México). Más interesante aún, el espacio físico ha transitado entre una extensa cantidad de actividades artísticas y recreativas vinculadas con la cultura que se siguen adaptando a los espacios. Sobre Lalo Murúa, aquí pueden leer una síntesis de esa interesante plática. Vale.
Lalo, ¿puedes platicarnos sobre el proyecto de El árbol?
Claro. El Árbol empezó entre varios amigos con las artes marciales. Poco a poco se fueron saliendo. Inició hace quince años, pero se ha venido transformando.
Y, ¿cuál es el futuro que ves en este proyecto?
A cinco años esperaría que El Árbol pudiera salir, que ya no fuera un espacio físico, sino que tuviera alcances más allá del recinto.
Para ti, ¿qué es el arte?
El arte es un lenguaje para expresar, una herramienta más para sacar cosas de aquí adentro, y una opción para echar ahí tu creatividad. No tengo una cosa más filosófica.
¿Cuál es el estudio que más te gusta, de cualquier artista?
No sé, puede ser el de Anselm Keifel. Es una locura. Su estudio, ahí donde tiene todas sus ondas, está en Francia, es un castillo y bueno, una gran pradera. Otro podría ser el de Balthus. Los conozco a través de sus biografías.
¿Tú obra tiene algo de monstruosidad?
Sí, claro. De forma consciente muchas cosas son monstruosas. Ninguna de mis obras es bonita. Trato mucho el tema de la fealdad. Por ejemplo, tengo una colección completa de los mancos y esa parte de la mutilación me atrae.
¿Cómo te gustaría que representarán la monstruosidad de Lalo Murúa?
Si fuera un retrato hiperrealista pues ya estaría (risas). Si pudieran percibirme en el fondo como un monstruo, podría ser uno típico: un vampiro; seguro.
¿La ironía es parte de tu trabajo creativo?
Siempre. Hay mucha ironía y sarcasmo en mi obra.
¿Cuál es el mejor cumplido que le hayan hecho a tu obra y que pareciera lo contrario?
Hay un chiste de Quevedo que habla sobre cómo una disculpa puede ofender… Hay gente con la que yo no estoy empatado en concepción estética, o sus valores estéticos. Cuando me dicen: «¡Ah, está súper bonito, está súper padre!» pienso, si les gusta por bonito, algo anda mal.
¿Utilizas música para trabajar?
Poco. Prefiero escuchar entrevistas, podcast, audiolibros. A veces es mejor el silencio.
Artísticamente, ¿hay algo que quisieras hacer que nunca hayas hecho?
Cine. Una película es algo en lo que podría ocupar mucho tiempo.
Obra de Lalo Murúa expuesta en la Galería Libertad en el 2022
¿Son importantes los viajes para tu creatividad y a dónde irías?
Soy poco viajero. No me encantaba viajar, pero ahora he cambiado. Preferiría ser como Kant que estaba siempre encerrado, leyendo. Conozco Cuba, Argentina, algo de Estados Unidos, España (Asturias, porque hicimos un documental ahí), China (que fuimos a una competencia con los niños). Me gustaría conocer Japón por lo climático y su cultura me fascina.
En mi obra, los viajes influyen poco. Casi siempre son las personas que conozco. El único viaje que realmente influyo fue a España; tengo un amigo español, escritor. Se accidentó y se quedó aquí en México. Hicimos una amistad muy fuerte. Pero la influencia más importante es él y no tanto el lugar. Con el Internet, ahora ya puedes darte una idea del espacio. Me gusta más estar aquí.
¿Qué te aburre sobremanera?
Normalmente estoy haciendo cosas que me gustan. Pero he sido guardia y cosas de seguridad. Eso me aburre muchísimo; algo en lo que no tengo interacción con la gente y es necesario estar ahí. Cualquier cosa que involucre a otra persona ya no es aburrida para mí. Es divertido ver cosas; es difícil que me aburra.
Algún consejo que no escuchaste y que ahora sí aplicarías
Ya tengo 40 años y nunca he sido muy sumiso, hay muchas cosas en las que me he equivocado. Dentro de las artes marciales: “no confíes tanto en tu fuerza física”, porque cuando llegas a cierta edad no estarás igual. Y algo más profundo, la típica cosa de creer en ti, seguir tus sueños porque pasa la edad y si hubieras ido por lo que querías… Es muy trabajoso hacer las cosas que no te gustan, eso sería “ir por tu carrera”.
¿Elegirías otra forma de vida u otro trabajo?
No, no elegiría otra forma de vida, ni otro trabajo. Más bien delegaría las cosas que no me encantan, pero a veces pienso: qué pasaría si tuviera todo el dinero del mundo. Pues igual haría artes marciales, dibujaría, escribiría, estaría con mis hijos; pero de otra manera. Con muchos más medios a la mejor El árbol sería otra cosa. Tendría un escenario fantástico, un espacio para hacer podcast. Haría más o menos lo mismo y tendría más tiempo para mí.
Playlist de tu vida:
Un sueño: la muerte de mi abuelo.
Un recuerdo: tengo muchas cosas de mi abuelo.
Comida: huevo con tortilla frita.
Un deseo: hacer cine gore.
Música: Agustín Lara
Un escritor: Martin Heidegger.
Películas: El esqueleto de la Señora Morales, Casablanca, Los tres huastecos.
Una exposición: “Las pinturas negras” de Goya.
Gracias por compartirnos esta entrevista