Por Elizabeth Gori
Obra: Madeja. Autoría: Collien.
Extravié mis facciones, la manzana, el estambre,
¿los habré velado bajo un escarchado centeno
donde el hueso como aroma se teje en la lengua?
¿están junto a los muertos tan ciegos de canarios,
al lado de frutos o ciervos dormidos?
En el iris de niebla desciende arrebolado
un dedito memorioso, una patata, la punta del hilo,
procesión hasta mis labios ahora olvidados:
orfandad del sonido de follaje y agujas
con el pie enredado en la melena del ovillo.
Lunares trozos de piel desbridan por la noche
el recuerdo de mi abrazo extirpado de otoños
ululato de hojas, de tiza, de páginas,
de una luz deshilada en la omisión de mi pulso.
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