Arlette Luévano es una poeta, narradora y guionista sin miedos. Siempre arremete con la palabra precisa contra cualquier tema o forma literaria, y acierta. La revista Imagisaurio ha tenido el gran honor de contar con poemas inéditos de esta escritora de imágenes contundentes y versos impasibles. Hoy, podemos conocerla un poco más a través de sus respuestas al cuestionario Proust.
¿Principal rasgo de tu carácter?
La apertura a la experiencia. Cultivo el asombro y la curiosidad, como un gato que nunca se cansa de husmear por todas partes.
¿Qué cualidad aprecias más en un hombre?
La bondad: el poderoso hábito de crear milagros.
¿Y en una mujer?
La bondad también, desde luego, no hay cualidades exclusivas de algún género.
¿Qué esperas de tus amigos?
La genuina disposición a compartir.
¿Tu principal defecto?
La avidez.
¿Tu ocupación favorita?
Observar.
¿Tu ideal de felicidad?
Dudo mucho de la felicidad, no sé si sea posible. O tal vez sea una especie de eufemismo para no decir plenitud, paz, satisfacción.
¿Cuál sería tu mayor desgracia?
No hay forma de valorar las desgracias, dolor es dolor.
¿Qué te gustaría ser?
Escritora. Siempre.
¿En qué país desearías vivir?
Siento mucha atracción por Francia, pero iría casi a cualquier lugar.
¿Tu color favorito?
El azul.
¿La flor que más te gusta?
Todas me gustan, pero tengo debilidad por la flor de la lantana, por su pequeñez y la forma en que se agrupa.
¿El pájaro que prefieres?
Me enternece el petirrojo.
¿Tus autores favoritos en prosa?
Muchísimos, y me interesan los que escriben en este momento, pero los que me han acompañado más constantemente son Franz Kafka, Oscar Wilde, Herman Hesse, Milan Kundera, Haruki Murakami, Stephen King, Marguerite Yourcenar, Virginia Woolf, Chimamanda Ngozi, Inés Arredondo, Sara Sefchovich.
¿Tus poetas?
Qué difícil. El que esté leyendo siempre es mi poeta, pero vuelvo con frecuencia a Federico García Lorca, Wislawa Szymborska, Jaime Sabines, César Vallejo, Rosario Castellanos, Rainer Maria Rilke, T.S. Elliot, Idea Vilariño, Enriqueta Ochoa.
¿Un héroe de ficción?
John McClane.
¿Una heroína?
Ellen Ripley.
¿Tu músico favorito?
Podría quedarme con Chopin.
¿Tu pintor preferido?
Muchísimos también, pero diría que la más reciente es Tiffany Bozic.
¿Tu héroe de la vida real?
Me impresiona lo que hizo Sebastião Salgado.
¿Tu nombre favorito?
Daniel. La justicia divina.
¿Qué hábito ajeno no soportas?
La mentira.
¿Qué es lo que más detestas?
El fanatismo, la soberbia inclinación a no escuchar al otro.
¿Una figura histórica que te ponga mal cuerpo?
Me sorprende el nivel de crueldad y violencia de muchos líderes políticos.
¿Un hecho de armas que admires?
No admiro el hecho, pero sí el poema: El cantar de Roldán.
¿Qué virtud desearías poseer?
La serenidad. La capacidad de mantener la calma y la claridad mental en medio de las tormentas.
¿Cómo te gustaría morir?
No me gustaría morir. Pero sé que no quiero ser enterrada ni cremada.
¿Cuál es el estado más común de tu ánimo?
Taciturno.
¿Qué defectos te inspiran mayor indulgencia?
La indefensión aprendida.
¿Tienes una máxima?
Me gustan las “Meditaciones”, de Marco Aurelio. No estoy casada con ninguna, pero tengo presente “Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho. Todo lo que vemos es una perspectiva, no la verdad”.
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